Fisura anal durante la lactancia

Frecuentemente, mujeres que acaban de dar a luz y están en periodo de lactancia, sufren dolores intensos acompañados o no de pérdidas de sangre al defecar. En un tanto por ciento elevado, suelen ser producidos por la presencia de una Fisura anal. 

La Fisura anal es una afección frecuente, responsable de dolores intensos, siempre desproporcionados con la aparentemente escasa importancia de la lesión, que no es otra que una pequeña ulceración superficial frecuentemente situada en el rafe posterior del ano (90% de los casos y alrededor de un 10% en el rafe anterior), dejando a veces al descubierto las fibras del esfínter interno. La forma de la fisura anal es ovalada en “raqueta”, con una porción ancha hacía la parte externa del ano y la estrecha orientada hacia el interior del canal anal. La mayoría de fisuras se inician por el traumatismo ocasionado por el estreñimiento, muy frecuente durante el embarazo y la lactancia, aunque a veces también las pueden producir repetidos episodios diarreicos.

Cuando la fisura se hace crónica, sus bordes se van engrosando, la piel externa se eleva y va constituyendo la mal llamada “hemorroide centinela”, puesto que no es una auténtica hemorroide, sino un “pólipo fibroso”,  a veces voluminoso , pero siempre benigno. El riesgo más frecuente de mantener una Fisura Anal Crónica sin operar es, sin duda, la infección. Una herida en el ano, con deposiciones diarias, fácilmente se infecta por la contaminación con bacterias procedentes de las heces. Esta infección, si no se trata, rápidamente progresa hacia la formación de un Absceso Perianal. El absceso es una colección de pus en piel y mucosa vecina a la Fisura Anal. Cursa con inflamación y enrojecimiento importante de la zona, y con dolor intenso, a veces acompañado de fiebre, que obliga a la paciente a acudir a Urgencias. En Urgencias, lo único que se puede hacer es un drenaje quirúrgico del absceso para que salga el pus acumulado, dejando un tratamiento médico con antibiótico y antiinflamatorio a la espera de una intervención quirúrgica, unos días después, cuando se haya controlado la infección e inflamación, para realizar una exéresis quirúrgica de la zona afectada. La “no intervención” supone dejar a la paciente a la recurrencia o reproducción de abscesos o al padecimiento de una fistula perianal, con supuración de pus continuamente.

Por ello, de nada sirven, baños de asiento, cicatrizantes locales, relajantes musculares, etc., que en el mejor de los casos tiene un efecto pasajero. Y en el peor de los casos, están dando tiempo a que la fisura se complique e infecte.

Tratamiento de la fisura anal durante la lactancia

Por ello, en Clínica proctológica del Dr. Tomás Paco, aconsejamos dar solución inmediata. No hay ninguna contraindicación en operar a una mujer que está en periodo de lactancia, para dar solución a la Fisura anal antes de que se complique con una infección, abscesificación y fistulización de la misma. En nuestras Clínicas en Madrid, Alicante y Murcia, optamos por intervenir a la paciente, previa anestesia local y de forma ambulatoria, practicando una Fisurectomía, esto es, una limpieza del lecho de la fisura, acompañada o no por una Esfinterotomía, si la anatomía esfinteriana de la paciente lo requiere. La cicatrización completa de la heridaocurre en unas pocas semanas, pero el dolor desaparece en pocos días.

Posteriormente, se prescriben curas locales y medicación oral que en nada perjudican a la lactancia materna, de manera que la paciente pueda seguir dando pecho durante el postoperatorio. Desde nuestra experiencia, aconsejamos, sin ningún género de dudas, la solución quirúrgica durante la lactancia, antes de que la fisura anal se complique con una infección.

La mayoría de pacientes con abscesos y fistulas perianales que acuden a nuestras clínicas (Clínicas Proctológicas del Dr. Tomás Paco en Madrid, Alicante y Murcia), han tenido previamente, una historia de padecimiento en crisis de dolor por Fisuras Anales. Por ello, desde Clínica Proctológica del Dr. Tomás Paco, aconsejamos encarecidamente la resolución y tratamiento de las fisuras anales, tanto agudas, como crónicas, antes de dar lugar a que se infecten y provoquen las complicaciones descritas de Abscesos y Fistulas Perianales.

Cualquier paciente que curse con dolor y/o sangrado durante o después de la deposición, debe consultar a un médico proctólogo para esclarecer el origen de dicho dolor y sangrado, y poner remedio a la patología que esté produciendo esta sintomatología, antes de que se complique el cuadro.

          Si desea más información o cita puede llamar al 665100806

Clínicas en Madrid, Alicante y Murcia.