Dolor anal (I). Causas principales
Fisura, absceso y fístula anales
La PRICIPAL causa de dolor en ano, no son las Hemorroides, como normalmente se piensa. Es la Fisura Anal, que es una herida o desgarro que se produce en el ano, justo en la zona esfinteriana. Frecuentemente, la Fisura Anal se produce cuando previamente el paciente tiene una Estenosis anal o Estrechamiento del ano, debido en la mayoría de casos, a múltiples y repetidos micro-traumatismos que las deposiciones producen a diario. Otras veces, la causa de la fisura anal puede ser por un estreñimiento, prácticas sexuales, introducción de cánulas para tratamiento de hemorroides, etc. Su clínica se caracteriza por un dolor agudo en la deposición, que con el tiempo se va haciendo más intenso y duradero. Por ello, cualquier paciente que curse con dolor y/o sangrado durante o después de la deposición, debe consultar a un médico proctólogo para esclarecer el origen de dicho dolor y sangrado, y poner remedio a la patología que esté produciendo esta sintomatología, antes de que se complique el cuadro.
Porque el riesgo o complicación más frecuente de mantener una Fisura Anal Aguda o Crónica sin tratar es, sin duda, la infección. Una herida en el ano, con deposiciones diarias, fácilmente se infecta por la contaminación con bacterias procedentes de las heces (Shigella, Salmonella, Yersinia, Campylobacter, Escherichia coli…) y/o de la piel (Estreptococo, Estafilococo…). Esta infección, si no se trata, rápida y fácilmente progresa hacia la formación de un Absceso Perianal. El Absceso Perianal es pues, la SEGUNDA causa de dolor en ano. El Absceso es una colección de pus en piel y mucosa vecina a la Fisura Anal. Cursa con inflamación y enrojecimiento importante de la zona, y con dolor intenso, que obliga al paciente a acudir “urgentemente” al especialista.
La “no intervención” o tratamiento del Absceso, provoca la recurrencia o reproducción de Abscesos o que finalmente desemboque en una Fístula perianal, con supuración de pus continua o intermitentemente, que la podemos considerar como la TERCERA causa de dolor anal. La Fístula de ano o también llamada Fístula Anal o Perianal es un proceso infeccioso localizado en la proximidad al ano. Es como un “túnel” que comunica el interior del canal anal con la piel. Por esa comunicación o túnel que desemboca en un orificio externo en piel, habitualmente, supura pus o salen restos de heces.
Granos, cuerpos extraños y celulitis perianal
La CUARTA causa de Dolor Anal, se la reservamos al Grano de/en Ano. Lo que habitualmente se padece cuando se tiene “un grano en el ano”, no es otra cosa que la expresión de un Forúnculo. Un Forúnculo es una inflamación, enrojecida y dolorosa, que se forma en la piel, debido a una infección bacteriana, generalmente por el Staphylococcus aureus, en un folículo piloso, glándula sebácea y tejido subcutáneo adyacente. Suelen aparecer pues, en zonas donde son abundantes los folículos pilosos, las glándulas sebáceas y sudoríparas, es decir; cuero cabelludo, barba, pecho, axilas, zona inguinal y área perianal. El Forúnculo puede agravarse, haciéndose más grande al coleccionar pus en su interior, y entonces recibe el nombre de Absceso. Otras veces, el forúnculo queda reducido de tamaño pero enquistado, lo que produce continuas recidivas del mismo.

En QUINTO lugar, hablaremos de los Cuerpos Extraños enclavados en recto o canal anal. Se produce esta patología, porque, previamente, se han tragado inadvertidamente en la alimentación. Los más frecuentes suelen ser huesecillos de animales (costillas de conejo o liebre, astillas de huesos de aves, etc.) y espinas de pescado. Aunque también hemos encontrado semillas de vegetales, coronas dentales, trozos de conchas de mariscos, cálculos biliares, fecalitos, trozos de palillos, extremos de enemas o cánulas de pomadas ano-rectales, etc. Otras veces los cuerpos extraños son objetos relacionados con el juego sexual. Así mismo, también se pueden encontrar pequeños trozos de materiales relacionados con el envoltorio de paquetes de droga introducida en el ano en un intento de ocultarlos a los funcionarios de aduanas.
Se suelen localizar con mayor frecuencia enclavados en el conducto anal. En el momento de la deposición, en el paso del bolo de heces por el canal anal, si el cuerpo extraño no va embutido en el bolo, si no que una parte sobresale del mismo, puede enclavarse fácilmente en la mucosa rectal o anal. Una vez que se enclavan, pueden producir un dolor lancinante agudo intenso. Otras veces, el dolor se produce horas o días después de haberse enclavado, cuando se infecta por las bacterias propias de las heces. Esta infección puede evolucionar, igual que la Fisura Anal, hacia un Absceso que si no se trata adecuadamente en un corto intervalo de tiempo, puede dar lugar a una Fístula Perianal Transesfinteriana.
No solamente el dolor, también el sangrado, la rectorragia, producida por la laceración o perforación puede ser un signo acompañante del cuadro. Por tanto, debemos considerar este cuadro, como una patología importante, dadas las posibles complicaciones que puede ocasionar.
El diagnóstico siempre lo debe realizar un proctólogo especializado, a través de la exploración con un tacto anal, palpando una zona del canal anal inflamada y extremadamente dolorosa para el paciente. Posteriormente, en la anuscopia se podrá observar la zona de mucosa inflamada y a veces el cuerpo extraño sobresaliendo de la superficie de la mucosa del canal anal.
La SEXTA causa de Dolor Anal es la Celulitis Perianal, o también llamada Perianitis, es una infección bacteriana, generalmente producida por el estreptococo, diseminada, no encapsulada (a diferencia del Absceso), que afecta a capas inferiores o profundas de la piel, tejido celular subcutáneo (capa grasa por debajo de la piel).
Cuando la Celulitis Perianal no se trata, evoluciona, como en las anteriores causas, hacia la producción de un Absceso y posterior Fístula. En su evolución, se manifiesta por dolor localizado en el área perianal afectada, con enrojecimiento, calor e inflamación de la zona con tumoración o dureza, prurito o picor, dificultad para la defecar, fiebre, malestar general, escalofríos, etc.
Hidrosadenitis supurativa y hemorroides
La SÉPTIMA causa de dolor anal, aunque también afecta a glúteos y zona sacra, es la Hidrosadenitis Supurativa. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por lesiones supurativas crónicas, forúnculos, nódulos dolorosos y/o abscesos a nivel de nuca, axilas, mamas, glúteos, cara interna de los muslos, pliegue abdominal, espalda, cara y sobre todo en zona perianal y perineo. Cursa en brotes o crisis y puede evolucionar a un estado inflamatorio crónico con posterior formación de trayectos fistulosos, supuración y cicatrices hipertróficas. Su etiología, o la causa que la produce, sigue siendo desconocida, aunque sin duda intervienen factores genéticos, hormonales, alteraciones metabólicas, déficits inmunitarios y posiblemente ambientales. Esta patología se produce cuando se obstruyen los folículos pilosos de la piel. Hay estudios que la relacionan con el consumo de tabaco, obesidad, alteraciones hormonales, incluso con el roce de la ropa. El cizallamiento, el roce y la fricción estimulan la aparición de lesiones. Los desodorantes y la depilación actúan como exacerbantes de las lesiones ya existentes. También fármacos, como los anticonceptivos, pueden agravar la enfermedad. La enfermedad suele iniciarse en la pubertad, teniendo su máxima actividad entre los 30 y 50 año.
Los síntomas que el paciente padece son; en primer lugar, el dolor predominantemente, cuando las lesiones se abscesifican y, en segundo, la secreción maloliente de pus cuando las lesiones drenan espontáneamente, dejando fístulas. Otras veces, también pueden producir picor. En general, los pacientes sufren un gran deterioro de su calidad de vida, afectándoles el rendimiento en su actividad laboral e incluso en tareas cotidianas.
El motivo de consulta suele ser el dolor de los abscesos y la supuración espontánea de las fístulas. De manera que cuando el paciente llega a la consulta, encontramos en la exploración física múltiples abscesos y trayectos fistulosos en ambos glúteos que irradian a zona perianal, periné, zona inguinal o escrotal. Esta enfermedad siempre se hace crónica, y puede dar lugar a graves complicaciones. En Proctología, ocupa el tercer lugar en frecuencia en la patología supurada de la región anal, tras las Fístulas y los Sinus Pilonidales.
Dejamos para OCTAVO lugar a las Hemorroides que son, sin duda la causa de Dolor Anal más conocida a nivel popular, pero no la más frecuente. Son sacos vasculares venosos situados al final del canal anal (las internas) y en la zona perianal (las externas). Muy frecuentemente, estos sacos venosos aumentan de tamaño, prolapsándose hacia el exterior y ocasionando molestias y dolor leve al paciente que las sufre. Además el cuadro puede ir acompañado de sangrado (rectorragia), sensación de pesadez, prurito, desazón, etc. Dicho cuadro se agrava cuando el paciente además, sufre de estreñimiento o diarrea, o la paciente está embarazada, o por llevar una vida excesivamente sedentaria, obesidad, etc.
Las Hemorroides en su evolución hacia la inflamación cada vez más importante y grave, pueden provocar molestias, sobre todo, y a veces dolor en el paciente que las sufre. Estas venas hinchadas, inflamadas alrededor del ano o en la parte inferior del recto, progresan en su fase final hacia una complicación debido a la mala circulación de la sangre venosa en el interior de la vena prolapsada, y se trombosan, es decir, la sangre se coagula, y es entonces, cuando aparece un cuadro muy doloroso que se denomina Hemorroide Trombosada o Trombosis Hemorroidal. Su síntoma principal es el Dolor Anal Continuo, intenso, punzante o hiriente, sin relación ya con la defecación. El paciente ya no puede ni sentarse. En un primer momento no hay sangrado. En la exploración, apreciamos un bulto duro violáceo o azulado, muy doloroso a la palpación, que puede sangrar al romperse.
La complicación que se puede ocasionar al no tratar un Hemorroide Trombosada o proporcionarle un tratamiento inadecuado es, principalmente, la Ulceración de la Hemorroide Trombosada. Dicha ulceración hace que en un corto espacio de tiempo, la hemorroide se complique con una Hemorragia, si se desprende el trombo, o una Infección Grave, ya que por la “puerta abierta”, que es la úlcera, penetran fácilmente gérmenes, provenientes de las heces en las deposiciones.
Si usted padece DOLOR ANAL o tiene algún síntoma relacionado con la zona anal y/o perianal, puede pedirnos cita, si lo desea. Una vez explorada la zona por el Doctor, se le dará un diagnóstico de la afección está sufriendo y cuál sería el tratamiento más adecuado para solucionarla.
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