Fístula anal o perianal
Las fístulas anales se originan por una infección que comienza en una glándula de piel, y que progresa hasta contactar con el interior del ano aumentando aún más la infección, al ponerse en contacto con el contenido fecal de esta zona. Menos frecuente es la causa de un enclavamiento de un cuerpo extraño (espina de pescado, fragmento de hueso, semilla, etc.) en el canal anal y posterior infección. En ambos casos, la infección progresa hacia un absceso que provoca inflamación, dolor y fiebre en el paciente. Los síntomas remiten cuando el absceso drena espontáneamente o el paciente acude a Urgencias y es drenado por el facultativo.