Celulitis perianal o perianitis

La Celulitis Perianal, o también llamada Perianitis, es una infección bacteriana, generalmente producida por el estreptococo, diseminada, no encapsulada, que afecta a capas inferiores o profundas de la piel, tejido celular subcutáneo (capa grasa por debajo de la piel). Es causada frecuentemente por una bacteria denominada Estreptococo, que se localiza en pequeñas cantidades en garganta y piel. Menos frecuentemente, puede originarla la bacteria Estafilococo, situada también en piel y mucosa nasal.

En la práctica habitual, se utilizan otros dos términos para describir esta afección; Proctitis y Dermatitis perianal, con los que no estamos de acuerdo. Proctitis, en nuestra opinión, es un cuadro infeccioso o no, pero con localización diferente ya que afecta al canal anal. La Dermatitis perianal, es un cuadro más relacionado o causado, más que por una infección

bacteriana, por una alergia o por la humedad de la zona.

Incidencia entre la población

Existen estadísticas que hablan de una recurrencia, aunque se haya realizado un tratamiento correcto, de un 20% de los casos de Celulitis Perianal en los 3-4 primeros meses tras la primera infección.

Cuando la Celulitis Perianal no se trata, evoluciona hacia la producción de un absceso y posterior fístula. En su evolución, se manifiesta por dolor localizado en el área perianal afectada, con enrojecimiento, calor e inflamación de la zona con tumoración o dureza, prurito o picor, dificultad para la defecar, fiebre, malestar general, escalofríos, etc.   

Hay un caso especial de celulitis estreptocócica perianal que se presenta en niños de 6 meses a 10 años, tras haber padecido una amigdalitis o faringitis estreptocócica, o también tras padecer una infección cutánea estreptocócica, también llamado impétigo, que no es objeto de este artículo. Aquí estamos viendo las Celulitis perianales en el adulto.

Prevención y tratamientos de la perianitis

Como prevención de este cuadro, sólo se puede aconsejar limpieza de la zona, para evitar la infección, pero en muchos casos esta limpieza no es suficiente, y la infección progresa debido, habitualmente, a una disminución de las defensas por otras enfermedades, desnutrición, malas condiciones de vida, etc.

La limpieza de la zona y de las manos es primordial para no contagiar a otras personas que compartan vivienda, trabajo, etc.

El tratamiento debe realizarse lo más temprano posible con antibióticos de amplio espectro por vía oral durante al menos 14-21 días y  pomadas antibióticas aplicadas tópicamente, en la zona afectada. Si bien éstas últimas, hay discusión sobre su efectividad, dado que la infección se produce en las capas más profundas de la piel. Siempre se debe hacer un seguimiento del paciente, para tratar las posibles complicaciones.

La evolución es muy variable. Si la infección se coge a tiempo y el antibiótico es eficiente en su acción, puede resolverse sin secuelas. Pero frecuentemente, la Celulitis evoluciona hacia la producción de un Absceso perianal y posterior producción de una Fístula perianal. Si se produce el absceso, o bien se drena y sale pus espontáneamente. O también puede que el dolor y la inflamación progrese, sin drenar espontáneamente, y entonces el paciente debe acudir a un proctólogo que le haga una pequeña incisión (drenaje), previa anestesia local, para vaciar y drenar el pus que contiene en su interior. Siempre en presencia de un absceso perianal, es recomendable la realización de un drenaje y evacuación del material purulento bajo anestesia local.

Posteriormente, no más allá de 10-15 días,  y tras un tratamiento con antibióticos y antiinflamatorios, se debe intervenir al paciente para extirpar definitivamente el absceso o fístula que haya podido quedar. El uso exclusivo de antibióticos no se considera una alternativa al tratamiento quirúrgico, cuando ya se ha producido el Absceso o la Fístula. El tratamiento de estos dos cuadros es siempre quirúrgico.

La  cirugía del absceso perianal, en nuestras Clínicas de Proctología (Madrid, Alicante y Murcia) la realizamos previa anestesia local y de manera ambulatoria. El paciente vuelve a casa la misma mañana de la intervención. Si no se opera el absceso, el paciente queda abocado a la repetición del cuadro, con llenado del absceso nuevamente de pus, acompañado de dolor, inflamación, etc., o evoluciona hacia la formación de una comunicación entre el canal anal y la piel perianal, por la que drena el pus. Esta comunicación o trayecto, que viene a ser como un túnel que se forma bajo la piel de la zona perianal, se conoce con el nombre de Fístula perianal y representaría una complicación, un paso más en la evolución de este proceso, que se inició con la Celulitis Perianal.

En las Clínicas Proctológicas del Dr. Tomás Paco en Madrid, Alicante y Murcia, somos especialistas desde hace 40 años, en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de ano.

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