Hidrosadenitis supurativa en proctología
Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica caracterizada por lesiones supurativas crónicas, forúnculos, nódulos dolorosos y/o abscesos a nivel de nuca, axilas, mamas, glúteos, cara interna de los muslos, pliegue abdominal, espalda, cara y sobre todo en zona perianal y perineo.
Cursa en brotes o crisis y puede evolucionar a un estado inflamatorio crónico con posterior formación de trayectos fistulosos, supuración y cicatrices hipertróficas. Su etiología, o la causa que la produce, sigue siendo desconocida, aunque sin duda intervienen factores genéticos, hormonales, alteraciones metabólicas, déficits inmunitarios y posiblemente ambientales. Esta patología se produce cuando se obstruyen los folículos pilosos de la piel. En nuestra experiencia es de predominio masculino (más del 80%), aunque otros estudios consultados dan prevalencia a las mujeres en una proporción de 3/1 con respecto a los hombres. Así mismo, hay estudios que la relacionan con el consumo de tabaco, obesidad, alteraciones hormonales, incluso con el roce de la ropa. El cizallamiento, el roce y la fricción estimulan la aparición de lesiones. Los desodorantes y la depilación actúan como exacerbantes de las lesiones ya existentes. También fármacos, como los anticonceptivos, pueden agravar la enfermedad. La enfermedad suele iniciarse en la pubertad, teniendo su máxima actividad entre los 30 y 50 años.
Los síntomas que el paciente padece son; el dolor predominantemente, cuando las lesiones se abscesifican, y la secreción maloliente de pus cuando las lesiones drenan espontáneamente, dejando fístulas. Otras veces, también pueden producir picor. En general, los pacientes sufren un gran deterioro de su calidad de vida, afectándoles el rendimiento en su actividad laboral e incluso en tareas cotidianas.
La Hidrosadenitis Supurativa en Proctología es una enfermedad inflamatoria y supurativa de la piel que afecta fundamentalmente las zonas glútea, perianal, perineal e inguinal incluso llegando a veces a zona escrotal. Esta “inflamación supurativa” de la piel afecta principalmente a los folículos pilosos, es decir donde nace el pelo, y a las glándulas sebáceas y sudoríparas. El proceso se inicia con la oclusión de algunos de estos folículos pilosos o glándulas, dando lugar a una posterior infección. Es entonces cuando aparecen nódulos dolorosos que van aumentando de tamaño y terminan abscesificándose y finalmente supurando, con una mejoría en cuanto al sufrimiento del paciente cuando esto último ocurre. Si la supuración de estos abscesos no se produce espontáneamente, el paciente busca desesperadamente en urgencias hospitalarias o en una Clínica Proctológica un drenaje quirúrgico del absceso, para mejorar su sintomatología. La evolución es hacia la formación de sinus subcutáneos, cicatrices hipertróficas, queloides y fístulas, extendiéndose posteriormente, por la piel sana vecina.
El motivo de consulta suele ser el dolor de los abscesos y la supuración espontánea de las fístulas. De manera que cuando el paciente llega a la consulta, encontramos en la exploración física múltiples abscesos y trayectos fistulosos en ambos glúteos que irradian a zona perianal, periné, zona inguinal o escrotal. Esta enfermedad siempre se hace crónica, y puede dar lugar a graves complicaciones. En Proctología, ocupa el tercer lugar en frecuencia en la patología supurada de la región anal, tras las Fístulas y los Sinus Pilonidales.
Por desgracia, la mayoría de pacientes con esta afección, sufren una considerable demora en el diagnóstico, ya que habitualmente son diagnosticados de abscesos, forúnculos o fístulas. Por ello, son tratados solamente con antibióticos, olvidando el tratamiento quirúrgico, lo que les ocasiona un agravamiento de la enfermedad.
Es una enfermedad muy agresiva que hay que tratar con urgencia ya que siempre termina produciendo Fístulas perianales. Su evolución es hacia la diseminación de la infección, pudiendo llegar a dar una Sepsis, incluso a veces se han descrito casos de evolucionar a un tipo de Cáncer de piel muy agresivo (Carcinoma Epidermoide)
Tratamiento de la Hidrosadenitis Supurativa en Proctología
El tratamiento es siempre “quirúrgico y urgente”, debido a la severidad con la que suele aparecer esta enfermedad.
Antibióticos como Clindamicina y Rifampicina a 300 mgr./ 12 h./ 10 semanas, Doxiciclina durante 2-3 meses, Moxifloxacino 400 mgr./ día, Metronidazol 500 mgr. / 12 h. o Eritromicinase deben prescribir en fases iniciales para intentar frenar la evolución y extensión de la enfermedad. También corticoides (Prednisona, Prednisolona) a dosis de 0,5-1 mgr. /Kgr./ día. Así mismo, retinoides como la Isotreonina por vía oral, también pueden utilizarse para el control de la enfermedad. Una inyección de Adalimumad, que es un fármaco que pertenece al grupo de medicamentos llamados inhibidores del factor de necrosis tumoral, puede hacer un efecto beneficioso sobre estos pacientes, pues actúa bloqueando la acción del factor de necrosis tumoral (TNF), que causa inflamación. Así mismo, estudios pequeños han demostrado que los inyectables Infliximab y Anakinra son efectivos, también, en el tratamiento de esta enfermedad. El Gluconato de Cinc a dosis de 90 mgr./ día / 3 meses, o incluso la Metformina, están probándose con relativo éxito. Los antihistamínicos orales como la hidroxicina o dexclorofeniramina, pueden así mismo ser efectivos en el control del prurito que produce estas lesiones. Sin olvidar los tratamientos tópicos con pomadas con antibióticos (clindamicina 0,1 %, gentamicina), corticoides en infiltración (Triamcinolona, Betametasona) cada 3-6 semanas (contraindicados si se sospecha infección bacteriana),retinoides, Resorcinol al 15%, etc. Pero sin duda el tratamiento definitivo es la cirugía. El drenaje o la incisión de las lesiones no es una opción eficaz para tratar esta enfermedad. Se pude considerar estas técnicas, exclusivamente para proporcionar un alivio del dolor a corto plazo, porque las lesiones tienden a reaparecer.
En Clínica Proctológica del Dr. Tomás Paco, llevamos más de 35 años tratando este tipo de afección, por ello practicamos en primer lugar, un drenaje de los abscesos y posteriormente realizamos una amplia escisión quirúrgica de las lesiones cutáneas con bisturí eléctrico, volviendo a casa la misma mañana de la intervención. Se dejan heridas abiertas para cicatrización por segunda intención que no son dolorosas y nos aseguran la “no reinfección” de la zona operada. El paciente pasa a su domicilio con un tratamiento antibiótico y curas pautadas. Si la enfermedad se ha extendido mucho, puede requerir hacer la intervención en varios actos quirúrgicos. Vigilamos, posteriormente, las recidivas en zonas aparentemente sanas, porque pueden verse afectadas incluso después de haber tratado y limpiado las lesiones primarias. En Clínica Proctológica, hemos obtenido también buenos resultados con Terapia Láser, haciendo desaparecer lesiones incipientes.
Si usted padece de esta enfermedad, puede ponerse en contacto con nosotros y pedirnos cita en el 665100806 para cualquiera de nuestras Clínicas en Madrid , Alicante o Murcia
Clínica Proctológica del Dr. Tomás Paco en Madrid, Alicante y Murcia.
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