¿Qué es la enfermedad de Verneuil?
Descrita por primera vez por Velpeau en 1839, fue un cirujano francés, Verneuil en 1854 quien describió que la enfermedad se localizaba en glándulas sudoríparas.
La enfermedad de Verneuil es una enfermedad caracterizada por lesiones supurativas subagudas y crónicas a nivel de nuca, axilas, región inter y submamaria, glúteos, zona perianal y perineo. Su etiología, o la causa que la produce, sigue siendo desconocida, aunque sin duda intervienen factores genéticos, hormonales, alteraciones metabólicas, déficits inmunitarios y posiblemente ambientales. Una teoría que empieza a tomar fuerza es que determinadas alteraciones metabólicas producirían una falta de oxigeno (hipoxia) en la zona, desencadenado el proceso. La localización perianal de esta afección recibe el nombre de Hidrosadenitis Supurativa, y es de predominio masculino (más del 80% según algunas estadísticas), hay estudios que la relacionan con el consumo de tabaco. Es una enfermedad que llega a limitar en gran medida la calidad de vida del paciente.
La Hidrosadenitis Supurativa
La Hidrosadenitis Supurativa en Proctología es una enfermedad de la piel en las zonas glútea, perianal, perineal e inguinal incluso llegando a veces a zona escrotal, que se inflama y produce una posterior supuración por varios orificios. Esta “inflamación supurativa” de la piel afecta principalmente a los folículos pilosos, es decir donde nace el pelo, y a las glándulas sebáceas y sudoríparas.
El proceso se inicia con la oclusión de algunos de estos folículos pilosos o glándulas, dando lugar a una posterior infección. Es entonces cuando aparecen nódulos dolorosos que van aumentando de tamaño y terminan abscesificándose y finalmente supurando (formando Fístulas), con una mejoría en cuanto al sufrimiento del paciente cuando esto último ocurre.
De lo contrario, si la supuración de estos abscesos no se produce espontáneamente, el paciente busca desesperadamente en urgencias hospitalarias o en una Clínica Proctológica un drenaje quirúrgico del o de los abscesos, ya que a menudo suelen ser múltiples, para mejorar su sintomatología. La evolución es hacia la formación de sinus subcutáneos, cicatrices hipertróficas, queloides, etc., afectando y extendiéndose por la piel sana vecina.
Acudir a la consulta proctológica
El motivo de consulta suele ser el dolor de los abscesos y la supuración espontánea de las fístulas. De manera que cuando el paciente llega a la consulta, encontramos en la exploración física múltiples abscesos y trayectos fistulosos en ambos glúteos que irradian a zona perianal, menos frecuentemente llegan hasta periné, zona inguinal o escrotal. Siempre se hace crónica, y puede dar lugar a graves complicaciones que dificultan su tratamiento. Ocupa el tercer lugar en frecuencia en la patología supurada de la región anal, tras la Fístula y el Sinus Pilonidal.
Evolución de la enfermedad
La enfermedad cursa con uno o varios orificios perianales o glúteos que supuran en ocasiones desde hace varios meses o años, con alternancia de secreción y retención de pus (lo que agrava el dolor), que explica la coexistencia de lesiones en diferente fase de evolución. Casi siempre existe un bloque de nódulos que comunican entre sí por galerías subdérmicas, abiertas en la piel por múltiples orificios que dan salida a un líquido purulento. Es un proceso crónico con extensión de las lesiones y aparición en nuevas localizaciones. Pueden pues, coexistir lesiones supurativas (activas ) con cicatrices queloides (que en ese momento han dejado de ser activas).
Es una enfermedad muy agresiva que hay que tratarla con urgencia ya que puede dar importantes complicaciones, además de las ya descritas pueden complicarse con Fístulas perianales, incluso diseminarse la infección y dar una Sepsis y a veces se han descrito casos de evolucionar a un tipo de Cáncer de piel muy agresivo (Carcinoma Epidermoide)
Tratamiento de la enfermedad de Verneuil
El tratamiento es siempre quirúrgico y urgente, debido a la severidad con la que suele aparecer esta enfermedad. Los antibióticos se deben prescribir en fases iniciales para intentar frenar la evolución y extensión de la enfermedad, y cuando la infección está activa. Pero sin duda el tratamiento definitivo es la cirugía.
En Clínica Proctológica del Dr. Tomás Paco, llevamos 35 años tratando este tipo de afección. Practicamos, en primer lugar, un drenaje de los abscesos y posteriormente realizamos una amplia excisión quirúrgica de las lesiones cutáneas con bisturí eléctrico, volviendo a casa la misma mañana de la intervención. Se dejan heridas abiertas para cicatrización por segunda intención que no son dolorosas, y nos aseguran la “no reinfección” de la zona operada. El paciente pasa a su domicilio con un tratamiento antibiótico y curas pautadas. Si la enfermedad se ha extendido mucho, puede requerir hacer la intervención en varios tiempos quirúrgicos. Vigilamos, posteriormente, las recidivas en zonas aparentemente sanas, porque pueden verse afectadas incluso después de haber tratado y limpiado las lesiones primarias.