Prolapso de mucosa rectal
El prolapso de la mucosa rectal, o Rectocele, se produce cuando la mucosa del recto desciende y sale por el ano, observándose una masa de tejido rojo sanguinolento, que sale por el ano. La sintomatología y el aspecto, puede confundir al paciente con una crisis hemorroidal. Ya que puede haber sangrado, tenesmo (sensación de ganas de defecar permanente), sensación de pesadez en la zona, incontinencia fecal, etc. Síntomas que coinciden con el cuadro de crisis hemorroidal.
Causas y diagnóstico del prolapso rectal
Afortunadamente, el prolapso rectal se trata de una patología muy poco frecuente en la clínica diaria. Siendo más frecuente en personas mayores de 50 años, y más en mujeres que en hombres. Se debe sin duda, en la mayoría de casos, a una debilidad de los músculos del suelo pélvico.
En caso de que un paciente note una inflamación de la zona con prolapso de la mucosa, debe ponerse inmediatamente en contacto con un profesional de la medicina para que le haga un diagnóstico diferencial entre una crisis hemorroidal, provocada por hemorroides de III-IVº, o un prolapso de mucosa rectal. El diagnóstico se hace primordialmente a través de la historia clínica, una exploración de la zona perianal y del canal anal con una anuscopia. A veces, son necesarias otras pruebas complementarias como la defecografía, radiografías con contraste para examinar el tránsito intestinal, colonoscopia o manometría anorrectal.
De su diagnóstico precoz, depende el que no se complique esta mucosa rectal prolapsada con úlceras que provoquen sangrado y posterior infección de las mismas, complicando el cuadro. Otras veces el prolapso rectal, puede quedar permanente sin que se pueda reducir al interior del ano, provocando una urgencia médica, por el dolor que produce y la posibilidad de que la disminución de irrigación sanguínea de la zona pueda causar una necrosis del tejido descendido y permanentemente prolapsado.
Poco se sabe de las causas que lo producen. Se habla, en primer lugar, de una debilidad de los músculos del suelo pélvico, como causa principal. Otras veces, se produce por la laxitud de los músculos de los que depende el sostén y fijación del recto. Menos probabilidad, es que la debilidad de los esfínteres anales provoquen un prolapso rectal, ya que dicho problema se relaciona más con la incontinencia a gases o materia fecal. También se ha relacionado con estreñimientos crónicos o con cirugías pélvicas (intervenciones de útero, recto, etc.)
Tratamiento del prolapso de mucosa rectal
Una vez que se tiene el diagnóstico de prolapso rectal, los tratamientos son muy variados. Incluyen desde los fisioterapéuticos, a los quirúrgicos.
Si el prolapso es leve (grados I-II), se puede beneficiar de tratamientos dirigidos por fisioterapeutas, mediante ejercicios que fortalezcan la musculatura del suelo pélvico y la musculatura abdominal (sobre todo el musculo transverso del abdomen). Los fisioterapeutas especializados en el tratamiento de este tipo de patología, hacen hincapié en la corrección de los hábitos posturales, así como en disminuir el impacto cuando el paciente coge peso, tose o estornuda. Se le enseña al paciente cómo coger peso, cómo estornudar o toser correctamente, además de a ejercitar la musculatura del suelo pélvico. Básicamente, los ejercicios consisten en contraer esta musculatura para mejorar la fuerza y potenciarlos.
Cuando el prolapso rectal es grave (grados III-IV), la solución es quirúrgica. Dicha cirugía se puede realizar a través del abdomen para que el cirujano pueda tirar del recto, colocarlo y anclarlo en su lugar. Otras veces, se utilizan otros procedimientos abordando el problema por el ano o por el perineo.
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