¿Qué son las hemorroides trombosadas o una trombosis hemorroidal?
Las hemorroides son sacos venosos situados en la parte final o más externa del canal anal. A veces y por diferentes causas, ocurre el engrosamiento o la inflamación interna de la vena, lo que se denomina Hemorroide de Iº o en grado leve. Posteriormente, suele progresar la inflamación y descenso de estas venas situándose fuera del canal anal, casi siempre tras las deposiciones, dando lugar a un prolapso de la vena que se puede observar en el exterior y alrededor del ano, reduciéndose poco después y volviendo a su localización original dentro del ano, es lo que se denomina Hemorroide de IIº o en grado moderado.
Más adelante, el prolapso o la salida de la hemorroide al exterior con su respectiva inflamación se hace permanente, dando lugar a molestias y/o sangrados continuos, estamos ya ante una Hemorroide de IIIº o en grado grave. Estas venas hinchadas, inflamadas alrededor del ano o en la parte inferior del recto, progresan en su fase final hacia una complicación debido a la mala circulación de la sangre venosa en el interior de la vena prolapsada, y se trombosan, es decir, la sangre se coagula, y es entonces, cuando pasan a denominarse de IVº, o HEMORROIDE TROMBOSADA.
¿Qué síntomas producen?
El síntoma más frecuente es el DOLOR continuo, intenso, punzante o hiriente, sin relación ya con la defecación. El paciente ya no puede ni sentarse. En un primer momento no hay sangrado. En la exploración, apreciamos un bulto duro violáceo o azulado, muy doloroso a la palpación, que puede sangrar al romperse.
¿Qué causa la Trombosis Hemorroidal?
No se sabe con certeza. Pueden influir varios factores: estreñimiento crónico o diarrea, esfuerzos durante la defecación, estar sentado en el inodoro durante periodos prolongados, poca fibra en la dieta, embarazo (por el aumento de la presión abdominal), vida sedentaria, obesidad, hipertensión, estar sentado durante un tiempo muy prolongado por viaje, estudio, trabajo, etc. Por eso es muy aconsejable el procurar llevar un hábito intestinal normal, y para ello es importante llevar una dieta rica en fibra y beber de 1,5 a 2 litros de agua al día, y en las ocasiones en que se deba estar mucho tiempo sentado, intentar hacer pequeños ejercicios con los miembros inferiores, para activar la circulación venosa. Evitar, así mismo, estar más de 10 minutos en el inodoro es importantísimo.
¿Cuál es el tratamiento de las Hemorroides Trombosadas?
La cirugía, en hemorroides trombosadas, es necesaria e imprescindible. En nuestras Clínicas la realizamos de forma ambulatoria sin necesidad de ingresar en un centro hospitalario. Se realiza el tratamiento más efectivo, que es la Hemorroidectomía, previa anestesia local, que consiste la extirpación de toda la hemorroide, incluyendo el trombo que lleva en su interior. El paciente se marcha por su propio pie a casa, pudiendo ir al baño con pocas molestias ya que no genera ningún efecto secundario, y lo que es más importante, se reduce el dolor drásticamente.
Es un error, frecuentemente realizado, el extirpar solamente el trombo dejando la hemorroide afectada, ya que una vez que dicha hemorroide cicatriza y se restablece su circulación, la hemorroide está tan dañada en su interior, que vuelve a hacer una nueva trombosis hemorroidal, más grave en la mayoría de veces.
Nuestros tratamientos son ambulatorios, de forma que los pacientes no causan baja, pueden realizar su vida cotidiana como conducir, pasear, trabajar, etc.
Otras técnicas no quirúrgicas o no invasivas como los tratamientos esclerosantes, o la infiltración de sustancias locales que sólo tienen, en el mejor de los casos, un efecto beneficioso pasajero. Incluso la utilización de técnicas pseudo- quirúrgicas como ligaduras, crioterapia, exéresis del trombo únicamente sin la extirpación de la hemorroide totalmente, etc., no han demostrado científicamente que mejoren los resultados de nuestra técnica quirúrgica. “No se deje engañar”.
¿Qué puede ocurrir si no se trata correctamente una Hemorroide Trombosada?
La complicación que se puede ocasionar al no tratar un hemorroide trombosada o proporcionarle un tratamiento inadecuado es, principalmente, la ULCERACIÓN de la hemorroide trombosada. Dado que la hemorroide está envolviendo un tejido “muerto”, que es la sangre coagulada, la falta de riego sanguíneo en la zona ocasiona una ulceración en la piel o mucosa de la hemorroide afectada. Dicha ulceración hace que en un corto espacio de tiempo, la hemorroide se complique con una HEMORRAGIA, si se desprende el trombo, o una INFECCIÓN GRAVE, ya que por la “puerta abierta”, que es la úlcera, penetran fácilmente gérmenes, provenientes de las heces, al pasar en las deposiciones por la zona.
Si usted padece o tiene algún síntoma relacionado con la zona anal y/o perianal, puede pedirnos cita, si lo desea, para nuestras Clínicas en Madrid, Alicante o Murcia en el teléfono móvil 665 100 806